Sabemos que una acción aislada en este sentido no es del todo eficaz, pero se ha instalado una auténtica pradera de rabo de gato en este entorno que debe ser erradicada de la manera recomendada para no continuar la expansión de esta especie invasora que se ha convertido en una plaga que ocupa el lugar de otras especies autóctonas.
Si se puede sacar partido del residuo el mejor contacto para ello son las universidades canarias que ya han comprobado otros usos para el mismo, pero no podemos dejar que siga formando parte del paisaje.
Y por favor, no abusar del voluntarismo para llevarlo a cabo. Generar empleo de paso.
En un municipio con una superficie tan pequeña, se podría erradicar en su totalidad. Sólo hay que tener voluntad de hacerlo
Buena iniciativa. Desde el Salto del Barranco hasta su desembocadura, el riesgo de incendio debido a la presencia del rabo de gato es más que evidente, pudiendo provocar alguna que otra desgracia si tenemos en cuenta a las personas viven en el. Saludos.